una silla vacia y TU, que ni apareces a contraluz, apaga el color de la habitación. no hay matices alrededor, solo voces, que gritan y absorven tu andar. preguntas que duermen en dudas que eclipsan miradas que suenan a TI. Sigues buscando un indicio que guie tus miedos a lazos lejanos con aroma a café.
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