miércoles, 6 de agosto de 2008

música


Me encanta la sensación de tener un Cd nuevo entre mis manos. Lo abro apresuradamente y observo cada detalle, los colores, las formas. Normalmente no aguanto a llegar a casa y lo pongo en el coche. Cojo el librito con las letras y intento terminar de leer cada una antes de que suene. Después escucho la música. Antes de llegar a casa ya sé cuales me gustan más. El ritual de la siguiente semana es escucharlo a todas horas. Entonces pasa a ser la banda sonora de algunos de mis días. Cuando tengo un Cd nuevo, desaparece el último empezando así mi nueva rutina. Con los meses los rescato con cierto sabor de nostalgia.

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